Con el objetivo de analizar y comprender las percepciones y miedos que alimentan posturas xenófobas, sexistas y discriminatorias frente a la migración, la OXFAM realizó, entre febrero y julio de 2019, una investigación en la que combinó herramientas cuantitativas y cualitativas para determinar actitudes y percepciones de la migración venezolana en tres países vecinos: Colombia, Ecuador y Perú, además de examinar cómo las personas de origen venezolano son expuestas a narrativas xenófobas, machistas y estereotipadas en los países de destino.
Este informe revela que las opiniones, con respecto a los venezolanos, son ambivalentes, cambiantes y a veces hasta contradictorias, moviéndose en un espectro de posibilidades que va desde una posición empática que surge de la comprensión de la situación de crisis que viven los venezolanos, hasta posturas más recelosas que apoyan la aplicación de políticas más restrictivas en las fronteras. Otro hallazgo importante es el arraigo del machismo en la región, que alimenta el imaginario de que las mujeres migrantes acabarán ejerciendo la prostitución, reproduce roles sexistas y sobrecarga a las mujeres en responsabilidades de cuidado, haciéndolas más propensas a la vulneración de sus derechos. Finalmente el informe alienta una acción comunicativa asertiva y de políticas públicas responsable, proactiva y humana, basada en evidencias y en derechos fundamentales, ante los flujos migratorios en la región.
Con el objetivo de analizar y comprender las percepciones y miedos que alimentan posturas xenófobas, sexistas y discriminatorias frente a la migración, la OXFAM realizó, entre febrero y julio de 2019, una investigación en la que combinó herramientas cuantitativas y cualitativas para determinar actitudes y percepciones de la migración venezolana en tres países vecinos: Colombia, Ecuador y Perú, además de examinar cómo las personas de origen venezolano son expuestas a narrativas xenófobas, machistas y estereotipadas en los países de destino.
Este informe revela que las opiniones, con respecto a los venezolanos, son ambivalentes, cambiantes y a veces hasta contradictorias, moviéndose en un espectro de posibilidades que va desde una posición empática que surge de la comprensión de la situación de crisis que viven los venezolanos, hasta posturas más recelosas que apoyan la aplicación de políticas más restrictivas en las fronteras. Otro hallazgo importante es el arraigo del machismo en la región, que alimenta el imaginario de que las mujeres migrantes acabarán ejerciendo la prostitución, reproduce roles sexistas y sobrecarga a las mujeres en responsabilidades de cuidado, haciéndolas más propensas a la vulneración de sus derechos. Finalmente el informe alienta una acción comunicativa asertiva y de políticas públicas responsable, proactiva y humana, basada en evidencias y en derechos fundamentales, ante los flujos migratorios en la región.